Desde hace poco menos de dos años nos surgió la idea de poder hacer una campana para ahumar que pudiera ser comestible y que se pudiera interactuar con ella de una forma diferente a lo ya conocido, sin manitol o el uso de azúcar que formara una estructura rígida. Más bien, divertida e interesante. que actúe como una burbuja soplada, un juego de niños. Una burbuja comestible (esto significa sin usar jabón, ni siquiera el que es -no tóxico-) por lo que teníamos que lograr hacer una gran burbuja que fuera lo suficientemente estable para manejar diferentes temperaturas tanto adentro como afuera de ella. Que aguantara el vaivén desde la cocina hasta la mesa y, el tiempo que le tomaría al comensal reventarla para descubrir que contiene. PRIMERAS PRUEBAS Hacer burbujas puede sonar fácil pero la verdad es que es una de las tareas más complicadas en términos de gastronomía ya que regularmente buscamos cierta estabilidad que nos permita montar el plato y llevarlo hasta el...
La misión es la generación de conocimientos a partir de una metodología determinada basada en la documentación de campo y bibliográfica del saber gastronómico mexicano e internacional con el interés de preservarlo y procesarlo con fines creativos culinarios.