MODOS Y
APROXIMACIONES DE LA VANGUARDIA GASTRONÓMICA MEXICANA
(primer borrador elaborado por Bruno Oteiza, Alejandro Ruiz y
Lalo Plascencia en agosto de 2012 durante la visita a DF y Oaxaca de los
miembros del Basque Culinary Center, Josean Alija de Nerúa en el
Guggenheim de Bilbao y Rubén Trincado, de El mirador de Uliá en Donosti)
Valores fundamentales
de la nueva bandera ideológica
Entendemos como valores
aquellas actitudes o aptitudes que no necesariamente son natas, sino que
se pueden adquirir con el paso del tiempo, con la posibilidad de la
historia y la reflexión, con la contemplación del pasado y la reflexión
del presente.
Valores que pueden por ahora
establecerse desde el negativo, como un llamado a negar lo que sí hemos
desarrollado o lo que a veces se ha anquilosado en el inconsciente
personal o colectivo, de una forma que puede revelarse a sí misma como
impedimento para la transformación. Dicho así, comenzar con un valor en
negativo es aceptar que existió algo, pero también que hay posibilidades
para sustituirse con tesón, trabajo y dedicación.
La reflexión de estos
valores no es ominosa, siniestra desde el punto de vista psicoanalítico,
sino más bien con plena consciencia de que existen, fueron, son y
pueden ser. Que nos han determinado y que pueden seguirlo haciendo.
Negar entonces, un contravalor en su máxima expresión, posibilita y
genera opciones para construir una nueva postura ante nosotros y el
mundo.
NO MIEDO
NO VERGÜENZA
NO PEREZA
Al negar actitudes negativas como el miedo, vergüenza y pereza hacemos
un llamado a la Historia para buscar en nosotros su existencia o
carencia, y así construir un camino hacia su elminación o simple
confirmación de su ausencia. Como humanos somos sensibles y en
disposición cotidiana a desarrollarlos como actitudes contrarias a
nuestro ser o anquilosadas en nuestra inconsciencia, sea cual sea el
caso su reflexión permite observarnos con detenimiento.
Esto con el afán de establecer una nueva actitud comprometida con
la búsqueda permanente de la identidad mexicana, una identidad instalada
en lo universal, consciente de sí misma, comprometida con su esencia y
su destino, con su origen y destino.
Por ello declaramos que:
1. Todos
somos IGUALES. Igualdad
basada en la
humildad que acepta y nos acepta en los errores y virtudes, propios y
ajenos, que nos hacen ser, independientemente del grado de
responsabilidad o injerencia que tengamos en lo hecho o dicho por lo
grupal.
2. Buscamos
UNIDAD supeditada a objetivos
alcanzables y realizables. La unidad la entendemos como una entidad alimentada
por la búsqueda en la concreción o consecución de los objetivos, compromisos individuales y
grupales traducidos en el éxito de esa unión. La manutención, disolución o
evolución de esa unidad dependerá
del mismo grupo, de la revisión de lo conseguido o fracasado, y del establecimiento de nuevos objetivos.
3. La VERDAD
nos lleva al objetivo. Tú no
eres el importante, tus acciones y tu trabajo es lo importante.
Entendámonos
como partículas de un conjunto que unidos construyen más y mejor. En ese
sentido, la verdad es la búsqueda misma, una vía para encontrar cosas y
no respuestas programadas. Nos mantenemos en constante búsqueda de la
verdad universal, mexicana, grupal y personal. La búsqueda filosófica
tiene que realizarse con apego a la concreción de metas alcanzables y
medibles.
4. Los
miembros de esa UNIDAD tienen un
compromiso y responsabilidad social. Son agentes de
transformación espacial,
agentes sociales y de cambio que permean y construyen canales para que
se transmine el espíritu de transformación social con base en la
gastronomía.
5. La
irreductibilidad de la unidad está basada en la NADA entendida como un concepto liberador del espíritu, de acuerdo a
Octavio Paz. En la nada nos construimos y depositamos nuestros deseos de
construir un futuro, desde la convicción como
generadora de esa nada liberadora. El error es una forma de nada
pero no lo determina, en el error nos construimos y reforzamos, nos
mantemos conscientes del camino y con ánimos de ser más y mejores.
6. UNIVERSALIDAD.
Hablaremos y
aprenderemos a hablar en el lenguaje de quien quiera escucharnos. Esto
nos
determina a comunicarnos de una manera eficiente y eficaz con el mundo
en el
que estamos suscritos para que nuestra voz alcance niveles sonoros y de
claridad trascendental. Esto nos exige a revisar nuestros códigos
determinates, nuestra tradición, con el interés de repensarlos,
decodificarlos, entenderlos, recodificarlos, divulgarlos y usarlos en
aras del aporte universal. México es universal, y el universo se nutre
de México.
7. Origen es Destino.
Nuestra historia
determina nuestro futuro, y sólo a través del conocimiento, reflexión
continua
y auténtica comprensión del pasado podremos delinear nuestro futuro. Las
ideas
nacionalistas, que llevan a revisarnos a profundidad el papel que
desempeñamos
en esa nación, se entienden como base reflexiva e incluyente de un
futuro
mexicano universal. No como nacionalismo peyorativo, discriminativo,
chauvinista, xénofobo, fascista, violento o intransigente, sino como una
puerta a entender quiénes somos desde nuestros límites nacionales,
políticos, culturales, geográficos, sociales y personales.
8. La
forma es utilidad. La proyección individual y grupal que se haga de
esa Unidad
en el Universo planteado debe servir a los objetivos de la unión
inicial. Nunca la forma más que el fondo, nunca el fondo más que la
forma; siempre en continuo equilibrio.
9. La
comunidad productiva debe estar por encima de todas las cosas. La Unidad como
entidad cohesionadora debe ser inquebrantable en su búsqueda de
reposicionamiento universal.
10. Nosotros
siempre
seremos nosotros. A pesar de la comunicación y puentes tendidos con el
mundo en el que participamos nuestro carácter flexible y adaptable nos
destaca
como mexicanos con una identidad definida y en constante reflexión. Nos
reconocemos como universales, pero nos aceptamos como individuos
conformadores de ese universo.
El mensaje que se trata de
enviar a todo México es el de concreción de deseos generales que buscan
posicionar al país en el lugar que le corresponde en el accionar global.
Como siempre, esto no es letra en piedra, es movible, flexible,
razonable, reflexionable, posibilita la crítica y convoca a la
reflexión.
El mundo está en movimiento, así México, así nosotros, así tú...
Bruno Oteiza
Alejandro Ruiz
Lalo Plascencia
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